La UDES está comprometida con el desarrollo tecnológico amigable del medio ambiente

La Universidad de Santander a través del Programa Tecnológico en Supervisión de Obras Civiles participó en el “Primer encuentro internacional de semilleros de investigación: sostenibilidad ambiental en la construcción”, organizado por la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova de Bogotá, espacio en el que evidenció su compromiso con el medio ambiente, tras la presentación del proyecto “Construcción de ladrillo aglomerado con residuos de madera utilizando como elemento de cohesión almidón de yuca y resina acrílica impermeabilizante (LADRIYU)”. Este surgió gracias a la iniciativa de uno de los estudiantes, quien forma parte del Semillero de Investigación UDESOC.

Leonardo Patiño, estudiante del Programa Tecnológico Supervisión de Obras Civiles constató la dificultad que tenían algunos campesinos del municipio de Galán, Santander, para transportar los materiales de construcción que eran entregados por el gobierno nacional para construir sus viviendas de interés social en el sector rural, así lo afirma: «pese a que los campesinos beneficiados tenían derecho a recibir los materiales y la mano de obra para la construcción de sus viviendas, estos no contaban con los medios y recursos para transportar estos materiales, por esta razón muchos de ellos tenían que caminar con los materiales a sus espaldas y atravesar montañas, esto me llevó a cuestionarme y pensar en alguna solución».

De esta manera, nace el proyecto LADRIYU, una iniciativa pensada principalmente para desarrollar un ladrillo liviano, que cumpliera con las características de resistencia. Adicional a ello, este fue elaborado con materiales amigables con el medio ambiente, asegura el estudiante del Programa Tecnológico en Supervisión de Obras Civiles: «el LADRIYU es una respuesta para brindar soluciones de vivienda mucho más económicas, así mismo, ayuda a disminuir las tasas de efecto invernadero que se produce en la cocción de los ladrillos tradicionales, a parte se disminuye el impacto paisajístico en las canteras, teniendo en cuenta que en su gran mayoría cambian los paisajes de los lugares donde explota la arcilla».

Así avanza este proyecto que en pruebas arrojó muy buenos resultados y del cual se espera, que en una segunda fase se logre mejorar características de impermeabilidad y posteriormente, un sistema constructivo.