La dinámica que se está implementando en Colombia está orientada a fortalecer el espíritu emprendedor de su gente, pues la MiPyme (Micro, pequeña y mediana empresa) tiene una gran participación en la economía del país, al ver que cada día son más las personas que por diferentes motivos buscan su sustento en la creación de una empresa. Estas son formadas en su mayoría por grupos familiares, quienes aplican conocimientos empíricos en administración y estilos gerenciales que pasan de generación en generación.
El CONSULTORIO EMPRESARIAL de la UNIVERSIDAD DE SANTANDER sede Cúcuta que hace parte del programa académico de ADMINISTRACIÓN FINANCIERA, ha realizado grandes esfuerzos para fortalecer al pequeño empresario, creando diferentes escenarios en los cuales se pretende que este sector tome conciencia que toda empresa por pequeña que sea debe ser funcional a través de una organización adecuada de sus recursos, haciendo énfasis en el capital intelectual de los empleados, la adopción de la actividad laboral como un estilo de vida, logrado a través de la cultura organizacional y el papel fundamental del empresario como agente de cambio y dinamismo social.
Al identificar que existen falencias en el funcionamiento de las MiPymes, surge la necesidad de crear programas de capacitación para el microempresario, que le proporcione herramientas prácticas para el desarrollo y optimización de las actividades y por ende de los recursos con los que dispone; además, que le permita identificar cuáles son los errores que se han cometido y corregirlos, al igual que elaborar estrategias para mejorar hacia el futuro, trabajando con calidad y mejoramiento continuo, con el fin de prepararse para la globalización y las exigencias del mercado.